De origen húngaro, arriba con su familia a Argentina en 1928. Estudia dibujo y modelado y, en 1944, interesado en el arte de vanguardia, se encuentra entre los fundadores de la revista Arturo, desde la cual se defiende el arte no figurativo. Este mismo año realiza Röyi, su primera escultura abstracta, con partes movibles que invitan al espectador a transformarla. Cuando se disuelve el grupo de Arturo, Kosice (nace  Fernando Fallik) participa en las exposiciones fundacionales de la Asociación Arte Concreto-Invención (1945), pero prefiere dar vida al movimiento MadÃ, en 1946, con Carmelo Arden Quin, MartÃn Blaszko y Rhod Rothfuss.
Los miembros de Madà se proponÃan superar la falta de universalidad del arte concreto (lo que habÃa impedido su triunfo frente a los movimientos que llamaban intuicionistas, entre ellos el surrealismo) mediante la invención y creación de objetos eternos y de valor absoluto. En 1946, Kosice inicia sus Estructuras lumÃnicas con gas neón, obras que emplean por primera vez el neón con sentido artÃstico y dan cuenta de su interés por el empleo de nuevos materiales y tecnologÃas. Por esta época produce también pinturas con marcos recortados y esculturas metálicas.
Tras la publicación de un manifiesto y la organización de algunas exposiciones tiene lugar, en 1947, una disputa entre Kosice y Arden Quin que provoca la escisión del movimiento MadÃ. Arden Quin se marcha a ParÃs, mientras que Kosice y Rothfuss continúan difundiendo el arte Madà entre Buenos Aires y Montevideo. Organizan exposiciones y lanzan la revista Arte Madà Universal, que Kosice dirigirá. En 1947 realiza su primera exposición individual (GalerÃas PacÃfico, Buenos Aires), en la cual presenta sus trabajos realizados con aluminio, plexiglás y luces de neón. Por esta época, el marco recortado de sus pinturas ha desaparecido y los planos de color se muestran libres, sin contenedor. Interviene junto al grupo Madà en importantes exposiciones colectivas, tales como Arte nuevo (Salón Kraft, Buenos Aires, 1947), el I Salon des Réalités Nouvelles (ParÃs, 1948) y el Salón de Nuevas Realidades (GalerÃa Van Riel, Buenos Aires, 1949).
En 1948 realiza sus primeros experimentos integrando el agua a la obra de arte, lo que dará lugar a sus Esculturas hidrocinéticas. Durante los años cincuenta y sesenta continúa el desarrollo de su obra, tanto en su vertiente lumÃnica como en la hidrocinética, las cuales incluso llega a combinar. En 1954 cesa la publicación de Arte Madà Universal y, en 1957, Kosice se radica en ParÃs. Allà su obra hidrocinética alcanza una mayor difusión con el lanzamiento del manifiesto La arquitectura del agua en la escultura (1959) y la exposición Sculptures hydrauliques (Galerie Denise René, 1960). En 1964 regresa a Argentina.
Con la aparición del manifiesto La ciudad hidroespacial (1971), se inicia una nueva etapa en su trayectoria. En él propone, como una solución a la superpoblación mundial, un proyecto de hábitat urbano a 1.500 metros de altura animado por la energÃa hidráulica. Las obras que realiza para este proyecto (que son en realidad maquetas) constituyen una sÃntesis de arte, ciencia y tecnologÃa con una estética cercana a la ciencia ficción. A lo largo de la década presenta esta temática en varias exposiciones, entre ellas las realizadas en el Espace Pierre Cardin (ParÃs, 1975) y el Planetario Galileo Galilei (Buenos Aires, 1979).
Entre sus numerosas obras para espacios públicos destacan el Faro de la cultura (La Plata, Argentina, 1982), Victoria (Parque OlÃmpico, Seúl, Korea, 1988) y Monumento a la democracia (Buenos Aires, Argentina, 2000), entre otras. En las últimas décadas ha sido reconocido en Argentina con el Premio a la Trayectoria en Artes Plásticas (Fondo Nacional de las Artes, 1994) y el Premio Cultura Nación (SecretarÃa de Cultura de la Nación, 2007).
Gyula Kosice vive y trabaja en Buenos Aires.