Recibe su formación inicial en la Academia Altamira (Buenos Aires, 1946-1948). Estudia filosofÃa en la Sorbonne (ParÃs, 1948-1953), mientras asiste a la Académie de la Grande Chaumiere (ParÃs). En 1953 regresa a Brasil. Por entonces practica una escultura figurativa, en bronce y arenisca, en la que demuestra un gran interés por los volúmenes y su disposición en el espacio. Participa en salones de arte brasileños, realiza su primera exposición individual en la Galeria Gea (RÃo de Janeiro, 1958) y se relaciona con los artistas que en 1959 firmarán el Manifiesto neoconcreto, pero no se adhiere ni a éste ni a ningún otro movimiento o agrupación. Vuelve a ParÃs en 1961 y asiste a la École Pratique des Hautes Études. En la capital francesa abandona la figuración y experimenta con diversos materiales en el terreno de la abstracción.
En 1963 inicia la serie Relevos, conformada por módulos cilÃndricos de madera pintados de blanco, cortados y colocados sobre un plano de madera igualmente blanco. Las distintas variaciones en cuanto a tamaño, número de cilindros, ángulo de los cortes, ordenamiento y contrastes con planos vacÃos, le permiten estudiar las relaciones entre volumen y plano, luz y sombra. Realiza una muestra individual en Signals London (1964) y se hace merecedor del Premio Internacional de Escultura en la III Bienal de ParÃs (1963) y del premio al Mejor Escultor Nacional en la VIII Bienal de São Paulo (1965).
A mediados de los años sesenta comienza a utilizar el mármol de Carrara en sus esculturas. Uno de sus primeros mármoles, el Homenagem a Brancusi, es presentado en la XXXIII Bienal de Venecia (1966). A partir de entonces realiza importantes esculturas para espacios públicos: el Muro estrutural para el Palácio Itamaraty (Brasilia, Brasil, 1967), una Torre monumental para el Collège d’enseignement technique (Equeurdreville-Hainneville, Francia, 1973) y una nueva versión en mayor formato del Homenagem a Brancusi para la Facultad de Medicina (Burdeos, Francia, 1973), entre otras. Al iniciarse la nueva década, el mármol se vuelve preponderante en su obra y las formas, cilindros o paralelepÃpedos, se desprenden del plano y se vuelven esculturas plenas y autónomas.
En 1974 regresa a Brasil y se instala en RÃo de Janeiro. En 1975, presenta un conjunto de piezas de su último perÃodo parisino en el Museu de Arte Moderna de esta ciudad. En 1981 vuelve a este museo para realizar una importante exposición retrospectiva. Dos caracterÃsticas destacan de su producción artÃstica en los años ochenta: el empleo frecuente de la piedra negro-belga y la realización de cortes en ángulos muy agudos, llevando al extremo las posibilidades de este material. Su última serie, Ovos (1990), consiste en formas ovoides de mármol o piedra negro-belga sobre las que practica sutiles incisiones y perforaciones.