Llega a Venezuela en 1948. A finales de los años cincuenta, mientras estudia en la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela, asiste al taller de plástica que allà dirige Miguel Arroyo. Su primera exposición individual (Museo de Bellas Artes, Caracas, 1962) está conformada por piezas en bronce fundido de superficie pulida y tallas en madera. Entre las primeras, la serie titulada Formas lo hace merecedor del Premio Nacional de Escultura (1963). Participa en el Taller de Quebrada Honda en ocasión de la visita al paÃs del escultor británico Kenneth Armitage; los resultados son expuestos en la muestra Kenneth Armitage y ocho escultores venezolanos (Museo de Bellas Artes, 1964). Por entonces abandona la superficie pulida y realiza, para su segunda individual (Museo de Bellas Artes, 1965), relieves en bronce de abruptos volúmenes geométricos y obras de influencia informalista, en las que prima el interés por la materia.
Posteriormente, se adhiere al constructivismo geométrico. Bajo esta tendencia desarrolla relieves destinados a la integración arquitectónica en varios edificios caraqueños, entre ellos la Sinagoga de la Unión Israelita (1969); el Hotel Caracas Hilton, hoy Hotel Alba (1973); la Sala Plenaria de Parque Central (1974); la Sinagoga de la Asociación Beth-El (1974-1975), y el Teatro Teresa Carreño (1980-1982). Una selección de este tipo de trabajos, de mediano formato y realizados en concreto armado, son presentados en la Sala Mendoza (Caracas, 1973). Entre 1976 y 1982 reside en Londres. Por esta época la madera se convierte en su material más empleado. Elabora con ella distintas variedades de ensamblajes constructivo-geométricos: algunos mediante gruesos listones cuya severidad estructural contrasta con su irregular relieve, otros a partir de combinaciones de pequeñas piezas dispuestas en un orden tan riguroso como delicado, los cuales muestra bajo el tÃtulo Puertas, ventanas y relieves en la Sala Mendoza (1980).
Ya de regreso en Venezuela, a mediados de los años ochenta, su obra cobra carácter orgánico. Al principio, lo antropomorfo y lo zoomorfo se sugieren a través de la madera; luego ésta (como material) y la talla (como proceso) se convierten en los protagonistas. Las dimensiones pronto se vuelven totémicas con volúmenes ovoides y de pronunciada textura colocados sobre columnas o vigas que reposan en equilibrio o se yerguen en disposiciones de apariencia megalÃtica. Este trabajo fue mostrado por primera vez en el Museo de Bellas Artes (1989).
A continuación, a partir de troncos de árboles talados y desechados por la expansión urbana, los cuales corta en secciones cilÃndricas e interviene su corteza en menor o mayor grado, organiza conjuntos escultóricos que presenta en la GalerÃa de Arte Nacional (Caracas, 1992) y la Sala Mendoza (1995). Destaca también en esta época una serie de obras de carácter conceptual en las que Abend introduce en cajas las virutas sobrantes de sus tallas, conformando asà una suerte de “esculturas en negativoâ€, como han sido llamadas.
Harry Abend vive y trabaja en Caracas.